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Primer capítulo

ACONTECIMIENTOS EN EL SISTEMA IMPERIALISTA INTERNACIONAL Y SUS CONSECUENCIAS  

Los desarrollos económicos y sociales en el mundo a finales de la segunda década del siglo 21

1. En los cuatro años que han transcurrido desde el 19o Congreso se ha mantenido básicamente la misma tendencia de reordenamientos entre las economías capitalistas que se ha observado en los últimos quince años. En resumen, las características básicas de los desarrollos son:

a.     El fortalecimiento de China en relación con EE.UU. y la zona euro, teniendo como criterio su participación en el Producto Interno Bruto mundial. Como resultado de ello se está intensificando el antagonismo entre China y EE.UU., que todavía mantiene la primera posición, a pesar de la tendencia de reducción de su participación.

b.     La desaceleración de la economía capitalista internacional en los últimos tres años, sin previsión de que algún centro imperialista funcionará como locomotora para que se aumente la tasa de crecimiento. Una característica importante es el hecho de que algunos centros imperialistas (UE, Japón) no han superado, en esencia, los niveles previos a la crisis de 2008.

c.     La gran cantidad de capital sobre-acumulado y la incapacidad de los gobiernos burgueses en todos los centros imperialistas de devaluarlo de manera controlada y satisfactoria (p.ej. en forma de deuda estatal excesiva).

d.     La agudización de la contradicción principal, el fortalecimiento de la tendencia de pauperización absoluta y relativa de la clase obrera, sobre todo en las economías capitalistas más desarrolladas, el aumento del nivel de explotación y de agudización de todas las contradicciones sociales.

e.     El impacto del desarrollo desigual entre los distintos Estados-miembros de las alianzas imperialistas interestatales como es la UE. Este hecho, en combinación con el aumento de la divergencia de los intereses entre las clases burguesas de estos Estados, aumenta la inseguridad en cuanto a la cohesión específicamente de estas alianzas.

La economía capitalista mundial se rige por la siguiente contradicción: Por un lado, la tendencia a la expansión del capital (tanto en forma de Inversiones Extranjeras Inmediatas como a través del movimiento del capital monetario) intensifica la sincronización internacional de los estallidos periódicos de las crisis de sobreacumulación de capital, mientras que, por otro lado, los diferentes intereses antagónicos de los centros imperialistas y de los diversos Estados burgueses individuales impiden la gestión conjunta de la devaluación del capital.

2. En general, los acontecimientos confirman que la tendencia objetiva de internacionalización del movimiento del capital en el marco del mercado capitalista no puede anular el impacto de la ley de desarrollo desigual, ni revertir el hecho de que la reproducción del capital social en la economía capitalista se realiza principalmente en el marco del Estado nacional.

Las condiciones para la reproducción ampliada del capital de los grupos monopolistas, de las sociedades anónimas, en su mayoría se desarrollan en el marco de los Estados nacionales y de las diversas alianzas imperialistas interestatales en las que participan. El Estado burgués nacional sigue siendo el órgano principal que salvaguarda el dominio económico del capital, de los monopolios, de la concentración y centralización del capital en antagonismo con procesos y aspiraciones similares de otros Estados. Sigue siendo un escenario fuerte de lucha de clases implacable entre el trabajo y el capital.

 En base a este funcionamiento contradictorio de la economía capitalista se intensifican las contradicciones interimperialistas y la confrontación interburguesa dentro de cada Estado burgués.

 En el período que transcurrimos se está reforzando temporalmente la corriente burgués del nacionalismo y del proteccionismo en la economía, tanto en EE.UU. y en Gran Bretaña como en Estados fuertes de la zona euro como son Francia e Italia. En la UE varios partidos del euroescepticismo burgués expresan esta corriente específica. La corriente del proteccionismo se desarrolla como opción de sectores de la burguesía en EE.UU. y en Estados de la UE para defenderse contra el deterioro de las condiciones de antagonismo, sobre todo de su capital industrial, particularmente en condiciones de desaceleración de la economía capitalista internacional.

La intervención de la política burguesa para detener una importante devaluación del capital en realidad retrasa el comienzo de una fase de recuperación capitalista dinámica y aumenta los impasses del sistema político burgués. El aparente fortalecimiento de la política del proteccionismo tendrá un impacto negativo al desarrollo del comercio internacional que ya se encuentra en niveles relativamente bajos. Al mismo tiempo se están intensificando los antagonismos y las contradicciones interimperialistas. Se está aumentando objetivamente el peligro de conflictos militares imperialistas más amplios y generalizados. Además, se están aumentando las posibilidades de reconfiguración y de perturbación de la cohesión de alianzas imperialistas, como es la OTAN.

El KKE lleva a cabo una lucha constante e integral tanto contra el nacionalismo burgués como contra el cosmopolitismo del capital que son las dos caras de la ideología de la clase dominante. Está a favor de la unidad internacional de la clase obrera y de su movimiento.

Cada partido comunista y obrero, el movimiento comunista internacional, la clase obrera y su movimiento en todos los países deben prepararse para la posibilidad de una guerra imperialista más generalizada. Deben oponerse a los diversos gritos nacionalistas belicistas y a la creación de un ambiente de hostilidad entre los pueblos. Deben trazar una línea de lucha que no separe la defensa de las fronteras y de los derechos soberanos -desde el punto de vista de la clase obrera y de las capas populares- de la lucha por el derrocamiento del poder del capital en cada país. El movimiento comunista y obrero, representando los intereses de la clase obrera y de los pueblos, no tienen nada que ver con la defensa de los planes de los diversos polos imperialistas, ni con la rentabilidad de los diversos grupos monopolistas.

Más específicamente respecto la economía capitalista mundial

3. EE.UU. sigue ocupando la primera posición en cuanto a su participación en el Producto Interno Bruto Mundial, con una tendencia de disminución. Se prevé que 2016 terminará con una pequeña desaceleración de la economía de EE.UU., siendo la disminución de las exportaciones el principal factor que actúa como freno y que tiene que ver con la apreciación del cambio internacional del dólar y la desaceleración del comercio internacional.

 Además, la participación de la zona euro está mostrando una tendencia de reducción, mientras que se está aumentando la participación de los BRICS (Brasil, Rusia, la India, China, Sudáfrica).

China ocupa la segunda posición en cuanto a su participación en el Producto Interno Bruto Mundial. Su tasa de crecimiento en 2015 (6,9%) sigue siendo alta, aunque se ha reducido significativamente y está en su punto más bajo de los últimos 20 años, con una nueva tendencia a la baja. Este hecho está causando una preocupación general a los centros del capitalismo internacional, debido a la posibilidad de un gran impacto que significaría una disminución significativa del crecimiento de la economía china para la economía capitalista mundial. Estos temores tienen que ver con su gran participación en el mercado internacional (gran participación en el comercio internacional, en las inversiones financieras en bonos extranjeros etc.).

Respectivamente, las predicciones para una recuperación lenta y débil de la UE se centran en una productividad relativamente más baja en comparación con la de EE.UU. y en las consecuencias de la política monetaria y fiscal restrictivas, que a su vez retiene el ritmo de nuevas inversiones. La dificultad de gestionar el sobreendeudamiento de Estados y de grupos bancarios de alcance internacional, así como los grandes déficits en las balanzas de Estados, siguen causando "dolores de cabeza" a los aparatos estatales e interestatales.

El período 2007-2014, la deuda estatal mundial total se aumentó por 27 billones de dólares, aumentando su tasa respecto el Producto Interno Bruto Mundial por 20,8% (informe McKinsey 2015).

Los principales grupos bancarios europeos (Deutsche Bank, Credit Suisse, Barclays, RBS, Monte dei Paschi di Siena etc) han tenido una significativa devaluación de su capital accionario y pérdidas. Deutsche Bank, el mayor banco alemán, ha anunciado pérdidas de 6,8 mil millones de euros y mantiene una exposición a productos derivados de 55 billones de euros.  En Italia, el sector bancario está cargado de préstamos morosos no pagados que totalizan 360 mil millones de euros, cantidad que equivale al 16,7% del total de los préstamos.

Se están intensificando las contradicciones entre EE.UU. y China, así como entre otros Estados capitalistas fuertes

4. A nivel económico y militar se está agudizando el antagonismo entre EE.UU. y China y entre EE.UU. y Rusia.

China es ya el Estado-acreedor más importante de EE.UU. La participación relativa de EE.UU. en el Producto Interno Bruto Mundial se disminuyó del 31% en 2000 al 23% en 2015, mientras que la participación de China se aumentó del 3,6% en 2000 al 14,9% en 2015. Respecto sus intercambios comerciales, el 8,95% de las importaciones de China son de EE.UU., mientras que el 21,8% de las importaciones de EE.UU. son de China, lo cual explica la preocupación actual de la política burguesa de EE.UU. Además, se han incrementado las exportaciones de productos de China hacia la UE. La participación de China en las importaciones de la UE se incrementó del 5,2% en 2000 al 13,8% en 2015, mientras que en el mismo período la proporción respectiva de EE.UU. se redujo del 14% al 10,2%.

EE.UU. mantiene desde el punto de vista de la fuerza económica, política y militar en total la primera posición en la pirámide del sistema capitalista internacional. Simultáneamente con su posición dominante en el FMI y en el Banco Mundial, en el período de la administración de Obama elaboró dos propuestas básicas para fortalecer su presencia en el mercado europeo y asiático.

En cuanto a Europa, propuso la "Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión con la UE" (TTIP), mientras que respecto Asia se propuso el "Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica" (TTP) del cual excluye a China. La propuesta estadounidense de la TTIP se ha caracterizado acertadamente como la propuesta para la formación de una "OTAN económica". Si se implementa -un desarrollo en cuya perspectiva ya se manifiestan contradicciones intercapitalistas- se evalúa que cubrirá el 50% de la producción mundial, el 30% del comercio mundial y el 20% de las Inversiones Extranjeras Directas a nivel internacional. El precursor y punto de partida de la TTIP es el llamado "Acuerdo Económico y Comercial Global" (CETA) que fue firmado recientemente entre la UE y Canadá.

Una parte de la burguesía alemana y de la burguesía francesa consideran que la propuesta de EE.UU. es en esencia el "caballo de Troya" para que se asegure la hegemonía estadounidense en Europa. Las negociaciones han avanzado difícilmente a partir de 2013, con las reacciones particularmente del presidente francés Hollande, del vicecanciller alemán Gabriel y de varios líderes de la corriente del "euroescepticismo", como Le Pen.

El fortalecimiento de la corriente burguesa del nacionalismo y del proteccionismo de la economía, que fue reflejado en la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU., señala la revisión de los planes anteriormente mencionados de la anterior administración de EE.UU.

Durante la campaña electoral, Trump se posicionó negativamente respecto los acuerdos interestatales de libre comercio de EE.UU. en el océano Pacífico (TTP) y en el océano Atlántico (TTIP), y dijo que es necesaria la protección arancelaria de la producción nacional con el fin de impulsar la producción industrial de EE.UU. Al mismo tiempo, planteó la cuestión de la revisión de los actuales acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Además, destacó como perspectiva la renegociación radical de la deuda externa estadounidense, dejando abierta la posibilidad de un recorte, mientras que en esencia habló de la necesidad de revisar la política exterior de EE.UU., con características básicas por un lado la aproximación de Rusia y por otro lado la indicación de China como el principal adversario de EE.UU. Después de su elección, ya ha suavizado algunas de sus posiciones con formulaciones más suaves en comparación con su dura línea pre-electoral, lo cual es imperativo puesto que, ya, como presidente expresa el interés general de la clase dominante de EE.UU. De todos modos, ha anunciado claramente la retirada de EE.UU. del Acuerdo de Comercio Libre en el Pacífico.

5. Por el contrario, China en 2014 presentó su iniciativa "Una zona, un camino" (OBOR), es decir la creación de una zona de libre comercio, de una red que va a conectar a China con el resto de Asia, Europa y África con acuerdos económicos ventajosos. El plan incluye una ruta terrestre y una ruta marítima, que se llaman "Ruta de la Seda por tierra y por mar del siglo XXI". A finales de 2014 se creó el fondo estatal para financiar la infraestructura para la Ruta de la Seda (Fondo de la Ruta de la Seda) con un capital inicial de 40 mil millones dólares (p.ej. para la financiación de líneas ferroviarias de alta velocidad, para la modernización de los puertos etc.).

 Al mismo tiempo, China ha desempeñado un papel principal en la formación del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS, así como del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), entre cuyos 57 miembros se encuentran Bretaña, Francia y Alemania, pero no EE.UU. Se trata de dos pasos que son una "respuesta económica" a la hegemonía de EE.UU. en el FMI y en el Banco Mundial.

A pesar del desacuerdo de los demás miembros de los BRICS (Brasil, Rusia, la India y Sudáfrica), China ha impuesto su papel dirigente en el Nuevo Banco de Desarrollo tanto a través de la mayor participación accionista en el capital inicial, como a través de la elección de Shanghái como sede del banco. 

6. En el ámbito de la competencia económica es significativo el intento de mantener la cohesión de la UE y el futuro que se prevé para la zona euro, sobre todo después de la victoria del Brexit en el referéndum en Bretaña. Esta realidad hace aún más complejos los antagonismos interimperialistas y aumenta la inestabilidad de las cooperaciones interestatales actuales. Los acontecimientos en la UE afectan directamente los acontecimientos y las contradicciones en Grecia, un asunto que se examina en detalle en otro capítulo.

La nueva crisis económica latente más sincronizada, la intensificación de la lucha por el control de los mercados, de los recursos energéticos y por las rutas de transporte de petróleo y de gas natural, los focos de guerra existentes en el Oriente Medio y en Ucrania, las tensiones en Europa Oriental y Central en relación con Rusia, el Ártico y el mar del Sur de China, están aumentando el peligro de una guerra imperialista a gran escala.

Se están aumentando las desigualdades clasistas en el mundo

7. Las desigualdades clasistas a escala mundial se están aumentando constantemente. La distribución desigual de la riqueza mundial se ha ampliado aún más después de la crisis capitalista internacional sincronizada. Según el informe anual respecto la riqueza mundial (por Credit Suisse), el 90% de la población posee aproximadamente el 10% de la riqueza, y el 75% de los más pobres posee menos del 3% de la riqueza. De hecho, del 10% de la población que posee el 90% de la riqueza, sólo el 1% posee aproximadamente el 50% de la riqueza. Al mismo tiempo, el 71% de la población mundial vive con menos de lo que corresponde a 8 euros al día.

Los resultados de estas desigualdades clasistas se reflejan también en la falta de acceso a agua potable a 780 millones de personas, a la falta de acceso a servicios de saneamiento a 2,5 mil millones de personas y a la falta de acceso a elecrticidad a 1,3 mil millones de personas.

Aproximadamente 3 mil millones de personas recogen madera y restos de biomasa para cocinar, una práctica que está vinculada a 3,5 millones de muertes prematuras a causa de la mala calidad del aire interior.

Por último, casi 800 millones de personas se registran como subalimentados crónicos, mientras que 3,5 millones de niños mueren de hambre cada año.

Intensificación de los conflictos militares locales y regionales y aumento del peligro de su generalización

8. Los antagonismos interimperialistas agudos y las grandes contradicciones de fuertes Estados e intereses capitalistas llevan hoy a constantes reconfiguraciones de alianzas, a continuos fenómenos de formación de ejes y anti-ejes a nivel internacional.

La intensificación de los antagonismos interimperialistas ha llevado no sólo al aumento de los gastos militares, sino además a reordenamientos entre los Estados capitalistas, en términos de su poder militar. Según el Instituto Internacional de Investigación por la Paz de Estocolmo (SIPRI), los gastos militares mundiales para el 2015 llegaron a 1,7 billones de dólares, con un aumento de un 1% en relación con el 2014.

EE.UU. sigue siendo la mayor potencia militar del planeta, gastando más 600 mil millones de dólares al año, es decir tanto como gastan juntas las otras diez potencias militares más fuertes.

Rusia es la segunda potencia militar más fuerte. A través de la actualización y el fortalecimiento de su poder militar pretende asegurar los intereses económicos de sus monopolios. Así que en 2015 gastó 66,4 mil millones de dólares, una cantidad aumentada por 7,5% en relación con el 2014 y por 91% en relación con el 2006.

En este período también se destaca la carrera de armamentos de China y de la India (3a y 4a potencias militares en el mundo) para llenar los vacíos y aumentar su poder militar a niveles que correspondan al poder y al alcance económicos de sus grupos empresariales.

Otros Estados que son aliados de EE.UU. tanto en el marco de la OTAN, como Francia (5a), Gran Bretaña (6a), Turquía (8a), Alemania (9a), Italia (10), o fuera de la OTAN, como Japón (7a), Corea del Sur (11a) e Israel (16a) han concentrado también grandes fuerzas militares.

 Por supuesto, el poder militar no se determina sólo tomando en cuenta los gastos militares, las capacidades de armamento y el control de la producción y del mercado mundial de armas; es un asunto más complejo que tiene que ver con la capacidad total de cada clase burguesa de defender sus intereses, tanto en el interior del país como a nivel internacional, con medios militares, cuando los medios económicos y político-diplomáticos no son suficientes.

Así que aparte del gasto militar anual, el poder militar tiene que ver además con el tamaño de las fuerzas militares adquirido con el tiempo, la superioridad tecnológica, la existencia de bases en el exterior en combinación con el control de territorios de importancia estratégica, la superioridad en reunir información, la capacidad de llevar a cabo guerras poco ortodoxas. El poder militar está relacionado con el poder económico, aunque la presencia económica fuerte de un Estado no determina necesariamente su poder militar. Este último requiere una industria militar fuerte, la capacidad de entrenamiento y reentrenamiento de las fuerzas en el arte de guerra y en las nuevas tecnologías, la modernización continua de los medios militares y un alto nivel de conocimientos técnicos que en ciertos tipos de armas como los nucleares requiere muchos años de investigación y gran cantidad de fondos.

9. En la época actual las armas nucleares son de suma importancia. Los Estados que disponen de armas nucleares son EE.UU., Rusia, China, la India, Bretaña, Francia, Israel, Pakistán y Corea del Norte.

Sin embargo, incluso entre estas potencias nucleares hay grandes diferencias ya que entre ellas destacan el potencial de EE.UU. y de Rusia. Aparte de estos dos países que tienen miles de cabezas nucleares listas para ser lanzadas, sólo Bretaña y Francia disponen de armas nucleares listas para ser utilizadas, y posiblemente Israel.

Rusia es potencialmente la única potencia militar que puede responder a EE.UU. en caso de que reciba un ataque nuclear, causando daños devastadores. Se cree que este peligro es un factor que impide el uso de armas nucleares. Sin embargo, se ha demostrado históricamente que en el caso de intensificación del antagonismo interimperialista y de su transformación en conflicto militar, los Estados capitalistas no dudan a utilizar este tipo de armas.

En base a lo anterior se entiende porque uno de los temas principales de la confrontación actual entre EE.UU. y Rusia es la instalación en Europa y en la región del Pacífico del "escudo" antimisiles de EE.UU. Estas medidas pretenden impedir una posible respuesta de Rusia si EE.UU. y la alianza de la OTAN intentan dar un "primer ataque nuclear".

Además, es de gran importancia la capacidad de una respuesta militar rápida. La OTAN ha dado mayor énfasis en la formación de cuerpos militares de intervención rápida, que para poder llevar a cabo su tarea necesitan medios contemporáneos de apoyo como son los portaaviones o los bombarderos estratégicos, así como nuevos territorios como apoyos geopolíticos, que se consigue mediante las alianzas políticas y militares así como con bases en el extranjero.

En el período próximo, la correlación de fuerzas militares será decisivamente afectada por la utilización de la nueva tecnología, de aviones de 5a y 6a generación, de armas láser etc. 

Alianzas político-militares y confrontaciones

10. Cada clase burguesa pretende aumentar su poder a través de alianzas político-militares. La OTAN sigue siendo la alianza político-militar más fuerte a pesar de la intensificación de las contradicciones en su interior y la tendencia evidente de formación de un mecanismo militar independiente de la UE. Las resoluciones de la OTAN en Varsovia "dieron el tono" de la determinación de los imperialistas estadounidenses y europeos a defender sus intereses contra la burguesía de Rusia, utilizando todos los medios militares a su disposición en toda la línea fronteriza entre Rusia y la OTAN.

 Similares planes de fortalecimiento de su presencia han desarrollado la OTAN y EE.UU. tanto en la región del Pacífico (con la estrategia "Pivote hacia Asia"), así como en otras regiones.

En cuanto a los campos de confrontación militar existentes o posibles, se destacan el Mediterráneo sureste, Asia sureste, África del Norte y el Ártico, sin excluir otros focos o regiones volátiles como son el Cáucaso, el Golfo Pérsico, la región de Adén y los Balcanes.

Además, tanto las confrontaciones militares en Europa (sureste de Ucrania, Crimea) como el fortalecimiento de la OTAN en el Mar Báltico, en el Mar Negro así como en los Balcanes y en el Egeo, son factores que abogan por la posibilidad de que se estallen conflictos militares incluso en terreno europeo.

Sin embargo, aparte de la OTAN, han surgido ya otras alianzas político-militares (Organización de Cooperación de Shanghái, Organización de Pacto Colectivo de Seguridad etc.), que a pesar del hecho de que todavía son más "frágiles" y menos desarrolladas que la OTAN, coinciden en el carácter clasista, es decir son alianzas de Estados capitalistas.

Al mismo tiempo, en algunas regiones, como en América Latina y África, se están formando alianzas político-económicas relacionadas además con opciones y cooperaciones político-militares concretas como por ejemplo con la UE. Además, Estados de América Latina (como Colombia, Perú, Chile, México) y otros (como Australia) están integrados en el plan general de promoción de "asociaciones" con la OTAN.

En los últimos años han ido desarrollándose los ejércitos mercenarios, es decir las empresas militares privadas que en base a varios pretextos (p.ej. la piratería, el narcotráfico, el entrenamiento militar, el "terrorismo") llevan a cabo misiones en decenas de regiones en guerra enviados por los Estados capitalistas. Estos ejércitos están integrados en los planes imperialistas, en las llamadas guerras poco ortodoxas, y dan a los gobiernos burgueses la posibilidad de gestionar mejor las pérdidas humanas en las operaciones militares en las que participan.

11. Las confrontaciones militares se llevan a cabo sobre las siguientes cuestiones:

  • El control de los depósitos de energía y de las rutas de transporte de los recursos energéticos (p.ej. petróleo, gas natural, tubos etc.).
  • El control de las rutas por tierra y por mar de transporte de mercancías (p.ej. la Ruta de la Seda, las rutas marítimas en el Mediterráneo, el Bósforo, el Cuerno de África etc.).
  • El control de la riqueza subterránea en el Ártico, de la riqueza mineral, de tierras raras, así como de las reservas de agua.
  • El uso del espacio con fines militares.
  • La lucha por la participación en los mercados, en la que los medios militares se utilizan no sólo para lograr mayor participación en los mercados, sino además para disminuir la participación de los antagonistas.

En estas condiciones, la actividad de los llamados grupos "islámicos terroristas" es parte integral de la guerra imperialista en el siglo 21. Y esto es cierto independientemente del nivel en que la actividad de estas organizaciones se forma bajo el apoyo o la tolerancia de centros imperialistas o si se manifiesta como un elemento que afirme la independencia de estas fuerzas de los centros poderosos que las reforzaron en el pasado.

La actividad de estas organizaciones se utiliza objetivamente como elemento de la "guerra poco ortodoxa" de un Estado o de algunos sectores de ello en contra de los intereses de otro Estado capitalista o como un pretexto para llevar a cabo una intervención imperialista. Por supuesto, la actividad de estas organizaciones no tiene sólo estos objetivos sino que se utiliza para fortalecer los mecanismos de represión de varios Estados burgueses, así como para la preparación ideológica de los trabajadores ante la posibilidad de implicación de sus países en nuevas intervenciones imperialistas en el nombre de la lucha contra el "terrorismo".

Por supuesto, junto con el antagonismo feroz por las ganancias de los monopolios, se están desarrollando esfuerzos de compromiso, de alcanzar un acuerdo, de suspensión temporal de cualquier generalización de la confrontación, incluso de reconfiguración de alianzas, como demuestran los acontecimientos en el "campo" euroatlántico.

Los acontecimientos en Turquía y Siria se caracterizan por la fluidez y la movilidad en la formación de alianzas entre los Estados capitalistas y de la posible reconfiguración de alianzas.  Sin embargo, no se debe absolutizar ni la tendencia de conservación de las viejas alianzas ni la tendencia de su diferenciación. Es importante seguir continuamente estos desarrollos porque están relacionados con el reordenamiento en la correlación de fuerzas entre alianzas y centros imperialistas, inclusive en Europa, y pueden desencadenar desarrollos más generales.

En esta fase, a pesar del hecho de que la OTAN se está desarrollando y expandiendo aún más, manteniendo siempre como núcleo duro los Estados euroatlánticos, no podemos decir que en general ha mantenido un curso permanente, estable e inalterable, ya que las alianzas se forman en el fondo de contradicciones intensas.

Las relaciones greco-turcas y el peligro de una confrontación militar

12. La burguesía griega y el gobierno griego ya están promoviendo activamente los planes de la OTAN en la región (armada en el Egeo, utilización de las bases, apoyo de operaciones en los Balcanes, Ucrania etc.).

La agudización de las contradicciones entre la burguesía griega y la burguesía turca es directamente afectada por los acontecimientos en la región más amplia del Mediterráneo Oriental, del Oriente Medio, de África del Norte y puede ser un factor clave para la implicación militar directa de Grecia.

La burguesía de Turquía -a la que actualmente, hasta cierto punto, otros Estados capitalistas están tratando de debilitar- busca mejorar su posición a través del control y de la adquisición de nuevos territorios y zonas marítimas. Se continúa la ocupación militar y la violación de derechos del Estado chipriota, así como las disputas provocativas de los derechos soberanos del Estado griego (disputa de las fronteras, violaciones por aire y mar, la creación de zonas grises en el Egeo, culminando en las declaraciones recientes repetidas de Erdogan que cuestiona el Tratado de Lausana, etc.). Pretende utilizar las minorías (religiosas, étnicas etc.) para conseguir sus planes en la amplia región de los Balcanes.

Las regiones del Egeo y de la Tracia son posibles campos de confrontación militar entre las clases burguesas de los Estados vecinos, de Grecia y Turquía, con la posible implicación y planes intercalados de Albania y de ARYM, que en los últimos años han ido desarrollando una cooperación política y militar estrecha con Turquía. En este marco están integradas las declaraciones provocativas del primer ministro de Albania (plantea la cuestión inexistente de Cameria etc.) así como la promoción de consignas irredentistas de parte de ARYM. El fortalecimiento del nacionalismo albanés a expensas de Grecia y de los demás Estados de la región refuerza a los círculos nacionalistas en Grecia y en otros Estados. Los acontecimientos en la región de los Balcanes están marcados por la ampliación de la UE y de la OTAN y, como consecuencia, su implicación más directa en los planes y antagonismos imperialistas en la región.

Aparte de los Estados balcánicos anteriormente mencionados, en este período Turquía está tratando acercarse y cooperar con Rusia. Estos acontecimientos son nuevos elementos y requieren una atención constante.

La situación se complica por el hecho de que ambos Estados, Grecia y Turquía, son miembros de la OTAN. Una posible escalada de la confrontación entre ellos significaría una ruptura en la OTAN en una región muy esencial para sus intereses, que, sin embargo, al mismo tiempo podría ser utilizada por EE.UU. y la OTAN para reforzar su papel en el mar Egeo y en el Mediterráneo Oriental. Es cierto que una ruptura muy grave en el interior de la OTAN será principalmente el resultado de una ruptura vertical de cualquier acuerdo o equilibrio entre los centros imperialistas básicos y no sólo a causa de una tensión o confrontación entre Grecia y Turquía.

Además, hay que prestar atención constantemente a la postura de la burguesía griega ante la posibilidad de una confrontación más general entre Rusia y EE.UU. o incluso entre China y EE.UU. en el futuro. Hoy día, la burguesía griega, incluso mediante la política del gobierno de SYRIZA-ANEL, participa activamente en los planes de la OTAN que se dirigen contra Rusia. Apoya las decisiones que se toman en su contra, facilita la presencia aumentada de la OTAN en el Egeo con el pretexto de controlar el flujo de inmigrantes y refugiados (pero el verdadero objetivo es de ejercer un mejor control de los tránsitos de la flota rusa), participa en los ejercicios aéreos conjuntos con Bulgaria con el objetivo básico de evitar la "amenaza rusa" en el Mar Negro.

Al mismo tiempo, el gobierno está tratando de establecer relaciones especiales con Rusia, así como con China, en el marco de las aspiraciones de mejorar la posición de la burguesía griega mediante el papel especial de Grecia en la vinculación del mercado asiático con el mercado europeo.

El período anterior, el gobierno griego estaba anunciando su papel como de "puente" entre Rusia y el "Occidente", un papel que fue tolerado o incluso apoyado por EE.UU. En todo caso, una posible agudización de las contradicciones entre Rusia-EE.UU.-OTAN será un factor de agudización de las contradicciones y de los dilemas en la burguesía de Grecia, ya que le conviene su participación en el marco euroatlántico.

El eje de cooperación de Grecia con Israel no es un factor de paz en la región, independientemente de si avanza el acercamiento entre Turquía e Israel.

Sobre la cuestión chipriota

13. En el marco de los antagonismos de las clases burguesas de Turquía, de Grecia y de Chipre, así como del papel negativo que han ido desempeñando hasta hoy en la solución de la cuestión chipriota los EE.UU, Gran Bretaña, la OTAN y la UE, se desarrollan planes negativos para los pueblos.

La cuestión chipriota es un problema internacional de invasión y ocupación de la parte norte de Chipre por Turquía. Su carácter internacional se refleja en las resoluciones respectivas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Los nuevos procesos llevan a la división definitiva de Chipre, en esencia, a la formación de dos entidades estatales diferentes que constituirán una Federación sólo en términos formales y coyunturales.

Nos oponemos -como nos opusimos de manera fuerte y decisiva al plan Annan que al final fue rechazado por el pueblo chipriota- a cualquier esfuerzo de imponer una solución que perpetuará la división y no ofrecerá una solución viable y solvente para el conjunto del pueblo chipriota, los grecochipriotas, los turcochipriotas, los armenios, los latinos y los maronitas.

Nuestra lucha tiene como objetivo un Chipre unido, independiente, con una sola soberanía, con una nacionalidad y personalidad internacional, sin bases o tropas extranjeras, sin garantes y sin protectores extranjeros. 

14. En total, la guerra es un fenómeno inherente del capitalismo, así como de toda sociedad explotadora. La "paz" imperialista prepara nuevas guerras imperialistas. No obstante, "la guerra es la continuación de la política por otros medios", sobre todo en condiciones de profunda crisis de sobreacumulación de capital y de cambios importantes en la correlación de fuerzas del sistema imperialista internacional, donde la redistribución de los mercados rara vez se hace sin que se derrame sangre, en base a la experiencia de todo el siglo 20.

El KKE, a diferencia de los demás partidos, revela constantemente al pueblo griego los peligros creados por las guerras imperialistas, contribuye decisivamente al fortalecimiento de la lucha contra la participación de Grecia en los planes imperialistas, contra las bases extranjeras, contra el cambio y la redefinición de las fronteras de la región que están planificando los centros imperialistas. Lucha firmemente por el desencadenamiento de Grecia de las uniones imperialistas y del camino de desarrollo capitalista que es la causa de las guerras.

El KKE estudia los desarrollos teniendo como criterio los intereses del pueblo, la necesidad de coordinar su lucha para confrontar el régimen que lleva a cabo a toda invasión y ocupación. Incorpora esta lucha en el objetivo de la liberación total del pueblo de las cadenas de la explotación capitalista y de la barbarie imperialista.

Fortalecimiento y actualización de los mecanismos de represión

15. Se está intensificando el debate en la UE y en cada Estado burgués respecto la llamada "nueva doctrina de seguridad nacional". La "seguridad" se proclama como la cuestión número uno para los Estados de la Unión Europea. Se utilizan como motivo y pretexto la actividad de los yihadistas, el control del flujo de refugiados, así como cuestiones más generales que tienen que ver con la estabilidad interna y la cohesión como condiciones previas para la recuperación y la confrontación de las consecuencias de la crisis.

Detrás de estos pretextos están las aspiraciones ocultas de las clases burguesas en el interior (prevención de la posible agudización de la lucha de clases) y en el exterior (defensa de los intereses de la UE y de sus Estados miembros a través de una intervención más energética en los conflictos internacionales). Es significativo el hecho de que el "Libro Blanco para la Seguridad" de Alemania conecta directamente la cuestión de la seguridad interna con la aspiración de Alemania de reforzar su papel militar a escala internacional. Durante el período anterior ha habido los siguientes desarrollos:

  • Las resoluciones de la cumbre de la OTAN en Varsovia para una mejor cooperación con la UE en materia de seguridad.
  • La declaración de "estado de emergencia" en Francia, en Bélgica y en ciudades de Alemania, activando las disposiciones pertinentes en las constituciones burguesas y en los Tratados de la UE.
  • El fortalecimiento de la tendencia de fortalecimiento del Euroejército y de las fuerzas militares de la UE mediante la creación de la "Unión Europea de Defensa".
  • La formación de nuevos mecanismos militares y policiales (p.ej. Gran Bretaña).
  • La invocación del artículo 42.7 del Tratado de la UE por Francia, después del ataque asesino en París, para la realización de bombardeos coordinados junto con otros Estados europeos en Siria.
  • La sustitución de FRONTEX por la Guardia Europea de Fronteras y Costas con la capacidad de intervenir directamente a cualquier sitio donde faltan las medidas de seguridad y las fronteras son vulnerables.
  • La "Red de conocimiento de la Radicalización" que ha creado la UE y que pretende identificar el terrorismo con cualquier actividad que se opone o cuestiona el sistema capitalista. La legislación reaccionaria de la UE sobre la protección de la "infraestructura crucial" (empresas de energía, de transporte, de telecomunicaciones etc.) está directamente ligada con esta.
  • Estos mecanismos y las tendencias tienen como objetivo apuntalar los Estados burgueses en el fondo de la intensificación de las contradicciones interimperialistas y de la posibilidad de participar en conflictos más generalizados. Al mismo tiempo, pretenden controlar la clase obrera y las capas populares, restringir las libertades y los derechos populares a través de la mayor militarización y una tendencia creciente a la reacción.

Desde luego, la capacidad de elaborar una "política de seguridad conjunta" de los Estados de la UE depende en gran medida del nivel de cohesión y del curso de la propia UE que, por cierto, no se manifiesta sólo a nivel de la economía.

El movimiento comunista debe confrontar esta red creciente de mecanismos de represión y de vigilancia mediante el fortalecimiento de la lucha de clases coordinada a nivel regional e internacional.

Sobre los flujos de refugiados e inmigrantes. Nuestra postura en relación con las víctimas de las guerras imperialistas y de la explotación capitalista

16.El desarrollo capitalista desigual, pero principalmente las intervenciones y las guerras imperialistas, las actividades de nuevas formaciones políticas y estatales reaccionarias ("Estado Islámico", Al Qaeda, Boko Haram) en la región que se extiende desde Ucrania, el Oriente Medio, el Mediterráneo Oriental, hasta África de Norte y África subsahariana, han dado lugar a grandes flujos de inmigrantes y sobre todo de refugiados, a la intensificación del problema de los flujos de estos países hacia Europa.

En 2015, el número de los refugiados y de los desplazados internos en todo el mundo ha presentado un nuevo aumento, llegando a los 65,3 millones de personas (es decir 1 de cada 113 habitantes de la Tierra), de los cuales el 50% eran niños. Siria, Afganistán y Somalia son los países de los que viene más de la mitad de los refugiados. Al mismo tiempo, Siria e Irak ocupan la 2a y 3a posición respectivamente en cuanto a los desplazados internos.

En los últimos años, Grecia se ha convertido en el país principal de entrada y de tránsito de refugiados que buscan refugio en la UE.  En 2015 en particular, casi un millón de refugiados, en su mayoría sirios, fueron promovidos de las islas griegas del Egeo a Estados-miembros de la UE central y norte.  Estos refugiados se han beneficiado de la política de las "fronteras abiertas" adoptada por varios gobiernos y fuerzas burgueses de Estados-miembros de la UE para un corto período de tiempo, con el fin de proveer a sus grupos monopolistas con mano de obra y científicos baratos y con pocos derechos de entre los refugiados. Luego, cuando se aumentaron los flujos de refugiados e inmigrantes, prevaleció la política de las "fronteras cerradas". La esencia de la política de refugiados e inmigrantes de la UE consiste, a pesar de las contradicciones y las controversias, en la selección de un número de refugiados e inmigrantes para las necesidades de la economía capitalista y en la regulación de estos flujos, de acuerdo con las necesidades.

Las resoluciones más importantes de la UE que implementan la política respecto los refugiados e inmigrantes son: las resoluciones para la clasificación de los refugiados a través de los hot spots y de los programas de distribución de los refugiados a los Estados miembros (reubicación), el ajuste del Reglamento de Dublín a las exigencias de la implementación de la política general de la UE respecto los refugiados e inmigrantes y el control de los flujos a favor del capital, la nueva legislación más reaccionaria en materia de asilo, el acuerdo entre la UE y Turquía que viola abiertamente el derecho internacional respecto los refugiados y -en combinación con el cierre de las fronteras- ha llevado al atrapamiento de refugiados en Grecia, la operación naval militar de la UE "SOFIA" al alta mar de Libia, la operación de la OTAN en el Egeo y la formación de la Guardia Europea de Fronteras y Costas que podrá operar en las fronteras de los Estados-miembros, incluso sin su consentimientos, y los desarrollos en torno al Tratado de Schengen.

El gobierno de SYRIZA-ANEL, a pesar de su diferente retórica en relación con la de los gobiernos anteriores, ha apoyado y ha aplicado todas las decisiones de la UE y de la OTAN que enredan aún más la cuestión de los refugiados y de los inmigrantes en los antagonismos de los centros imperialistas en la región. Estas decisiones han tenido un impacto particular en las relaciones greco-turcas, con el ejemplo característico de las presiones ejercidas para la aplicación del Acuerdo entre la UE y Turquía.

El gobierno ha creado condiciones de atrapamiento permanente para la mayoría de los refugiados e inmigrantes; es responsable para las miserables condiciones de vida en la mayoría de los campos de refugiados, para las consecuencias a la vida de los habitantes y la actividad de los miembros del Amanecer Dorado, de los fascistas y de otras fuerzas y mecanismos reaccionarios que montan provocaciones a expensas de los refugiados, lo inmigrantes y los residentes locales. Ha entregado a las ONG el sector de los servicios relacionados con los refugiados y los inmigrantes. Además, respecto los viejos inmigrantes económicos, muchos de los que sufren a causa de la no renovación de su permiso de residencia, el gobierno de SYRIZA-ANEL ha tomado medidas temporales y ocasionales que, de hecho, en ciertos casos, como los trabajadores agrícolas, están en dirección aún más antiobrera.

En oposición a las políticas de las uniones imperialistas, del capital y de los gobiernos griegos, el KKE ha luchado para aliviar las consecuencias del problema, para la liberación y el transporte seguro de los refugiados a sus países de destino, para condiciones de alojamiento temporal decentes. El KKE ha contribuido con sus fuerzas en el movimiento obrero y popular, a la organización de la solidaridad popular verdadera, lejos de la caridad cosmopolita. Ha dado y sigue dando prioridad a la indicación de las causas de la inmigración masiva y de las olas de refugiados, así como a la organización de la lucha del pueblo, independientemente de su origen étnico, raza, idioma, religión, contra estas causas, contra la guerra imperialista y su fuente que es el capitalismo. La lucha anticapitalista, la lucha contra las consecuencias de la crisis capitalista y las guerras imperialistas, es necesaria para eliminar las causas que impiden a los pueblos a vivir con dignidad y seguridad y ser los dueños de sus propios países.