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DISCURSO de Giorgos Marinos, miembro del Buró Político del CC del KKE en el 18º Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros en Vietnam

 sobre el tema:

La crisis capitalista y la ofensiva imperialista - Tácticas y estrategia de los Partidos Comunistas y Obreros en la lucha por la paz, los derechos obreros y populares, por el socialismo”.

Estimados camaradas:

El Partido Comunista de Grecia saluda el 18º Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros y agradece cordialmente al Partido Comunista de Vietnam por la hospitalidad.

Nuestro partido ha expresado su solidaridad internacionalista y se ha mantenido durante muchas décadas al lado del pueblo vietnamita en su lucha contra el colonialismo francés y japonés, contra la intervención imperialista y los crímenes de EE.UU.

La gloriosa victoria de la clase obrera, del pueblo de Vietnam bajo la dirección del Partido Comunista y de su dirigente, camarada Ho Chi Minh, fue una gran victoria de importancia internacional y demostró que cuando el pueblo está decidido, bien organizado y armado, puede vencer a enemigos fuertes y dinastas y romper las cadenas de la explotación y de la opresión.

La historia del movimiento comunista está llena de páginas heroicas y es una fuente valiosa para el estudio y para sacar conclusiones que fortalecerán a los comunistas para que puedan hacer frente al desafío de las condiciones complejas de la lucha de clases, luchando por el derrocamiento de la explotación capitalista y por la construcción del socialismo-comunismo.

 

 

 

 

 

 

Estimados camaradas:

La crisis capitalista internacional sincronizada de sobreacumulación de capital que se manifestó en 2008-2009 todavía deja su huella en los acontecimientos y sus causas se encuentran en la propiedad capitalista de los medios de producción, en el ánimo de lucro que es la fuerza motriz del crecimiento desordenado, en la agudización de la contradicción fundamental entre el carácter social de la producción y del trabajo y la apropiación capitalista de sus resultados.

Las fuerzas burguesas y oportunistas guardan silencio acerca de las verdaderas causas de la crisis y presentan como causas, por ejemplo, la gestión neoliberal, los bancos y los banqueros, creando confusión, fomentando ilusiones respecto la posibilidad de una gestión del capitalismo a favor del pueblo.

En realidad, independientemente de si la forma de la manifestación de la crisis está conectada a las perturbaciones en el sistema bancario-financiero, a “burbujas” y otros fenómenos similares, la crisis nace en el proceso de producción en el terreno de explotación del trabajo asalariado por el capital.

Las cúpulas de las organizaciones imperialistas están de nuevo inquietas. La máquina capitalista no está avanzando, los estudios de la burguesía están revisando a niveles más bajos las tasas de crecimiento, la crisis continúa en los países de posición intermedia en el sistema imperialista, como Grecia, así como en países más fuertes, como Rusia y Brasil. Se observa un estancamiento en la UE y en la zona euro y una desaceleración de la economía china.

Las evaluaciones para el próximo período toman en cuenta el impacto de las organizaciones y de las guerras imperialistas, la situación problemática de las instituciones financieras (Deutsche Bank, bancos italianos etc.), las consecuencias de Brexit.

En estas condiciones, el análisis de los comunistas sobre las verdaderas causas de la crisis, así como el carácter clasista del desarrollo capitalista adquiere gran importancia para la preparación del movimiento obrero y popular y para el fortalecimiento de la lucha de clases para que la clase obrera entienda la importancia de la organización socialista de la producción que es el único camino para erradicar las causas de la crisis y la explotación capitalista.

 

 

 

 

Estimados camaradas:

En nuestro país, la crisis capitalista (2009-2016) es profunda y prolongada, y en su transcurso se ha implementado la política de gestión de todos los gobiernos burgueses que en cooperación con la Unió Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), ampliamente conocidos como la Troika, pusieron las cargas de la crisis sobre la clase obrera y las capas populares, promoviendo una estrategia de aumento de la competitividad y de la rentabilidad de las grandes empresas.

El partido liberal de la ND y el partido socialdemócrata del PASOK han implementado dos memorandos con medidas antipopulares muy duras que provocaron la intensa indignación del pueblo. En un terreno de pobreza y de altas tasas de empleo, crecieron las ilusiones acerca de la opción del “mal menor” y las falsas expectativas fomentadas por SYRIZA, un partido oportunista con una etiqueta de “izquierda”, que es una “mezcla” de renegados del movimiento comunista y de cuadros del PASOK socialdemócrata, y formó un gobierno junto con el partido nacionalista ANEL (Griegos Independientes).

SYRIZA ascendió en el gobierno en enero de 2015 con el respaldo de sectores poderosos del gran capital y se ha demostrado en la práctica que se trata de un partido socialdemócrata que sirve los intereses de los monopolios, aplica una política antipopular muy dura, utiliza todos los medios a su alcance para engañar a nuestro pueblo y se presenta en el extranjero como una fuerza de resistencia, tratando de desorientar a los pueblos con unas consignas de izquierda falsas.

El gobierno de SYRIZA-ANEL con el apoyo de los demás partidos burgueses aprobó el tercer memorando con lo cual implementa la estrategia del capital, las reestructuraciones capitalistas reaccionarias de la UE y tiene como objetivo la intensificación de la tasa de explotación de la clase obrera, la destrucción del campesinado, la quiebra de las capas medias urbanas.

Recientemente, el gobierno aprobó a través del parlamento duras leyes antipopulares desmantelando derechos obreros y populares, con el fin de superar la evaluación del tercer memorando por la troika.

Atacó el carácter social de la seguridad, redujo drásticamente las pensiones y aumentó la edad de jubilación.

Impuso al pueblo impuestos directos e indirectos insoportables.

Privatizó puertos, aeropuertos y procede a la privatización de empresas de importancia estratégica en materia de energía, agua etc.

Sigue el camino trazado por los gobiernos anteriores, mantiene las leyes que han abolido los convenios colectivos y han reducido drásticamente los salarios, promueve medidas para abolir los derechos laborales, refuerza las formas de trabajo flexibles, utiliza la represión contra las luchas obreras.

El desempleo es superior al 25% y entre los jóvenes por encima del 50%; en lugar de apoyar los desempleados, proporciona a los empresarios los beneficios respectivos.

Estos días, en el marco de la segunda evaluación del tercer memorando, se está preparando para imponer nuevas medidas duras contra los trabajadores, despidos masivos, cierres patronales, restricciones sobre el derecho a la huelga etc.

La política clasista del gobierno de SYRIZA-ANEL implica la financiación de grandes empresas, nuevas exenciones de impuestos para el gran capital, etc.

En este período, utiliza el desarrollo capitalista “justo” como una herramienta para desorientar al pueblo.

Es posible que haya un débil crecimiento económico pero en esencia este crecimiento será antipopular, tendrá como criterio el aumento de las ganancias de los monopolios, se basará en la destrucción de derechos y formará las condiciones para una nueva crisis económica.

Cabe destacar que las directivas y las medidas antipopulares implementadas en Grecia a través de los memorandos son parte de la estrategia antipopular más general de la Unión Europea y que se aplican en todos los países de Europa, independientemente de si se ha impuesto un memorando o no, independientemente de si gobiernan los partidos liberales o socialdemócratas.

La propaganda burguesa sobre el “Acervo Europeo” ha sido refutada por la realidad capitalista del alto desempleo y de la pobreza, de la intensificación del trabajo etc.

La política exterior del gobierno de SYRIZA-ANEL es muy peligrosa. Promueve los intereses de los monopolios enredando sistemáticamente el país en los planes imperialistas a través de la política de “Fortalecimiento Geoestratégico de Grecia”.

Ofrece bases militares para las necesidades agresivas de los EE.UU. y de la OTAN en su guerra en Siria, Libia e Irak, mantiene fuerzas militares en misiones imperialistas en el extranjero, desarrolla una amplia cooperación militar con Israel, ha invitado a fuerzas de la OTAN en el mar Egeo, participa en la implementación de las recientes resoluciones muy peligrosas de la Cumbre de la OTAN en Varsovia.

Las guerras imperialistas arrancan a millones de refugiados e inmigrantes de sus hogares, lejos de sus países y atrapan a miles de familias de personas perseguidas en Grecia donde viven en condiciones miserables, mientras que su destino son otros países europeos. En estas condiciones, el KKE tiene una postura de principios internacionalistas, lucha contra las guerras imperialistas, condena las políticas represivas de la Unión Europea, está al lado de los refugiados y de los inmigrantes, contribuye a la organización de la solidaridad popular, se enfrenta al racismo y a la xenofobia, contra la organización criminal fascista del “Amanecer Dorado”.

En base a la experiencia de la política antipopular de SYRIZA, se ha confirmado de nuevo que los llamados gobiernos de izquierda socialdemócratas han sido elegidos por el capital para hacer el “trabajo sucio”, para promover la política que sirve los intereses de los monopolios y para asimilar al movimiento obrero y popular en sus objetivos.

El ejemplo de SYRIZA y muchos otros ejemplos han demostrado que los llamados “gobiernos de izquierda” son mecanismos de gestión y de reproducción de la explotación capitalista, fomentan ilusiones de que el capitalismo se puede humanizar, y una expectativa peligrosa de que en las condiciones de explotación capitalista se pueden resolver los problemas del pueblo y que se pueden satisfacer sus necesidades.

La experiencia ha demostrado que estos gobiernos impiden el verdadero radicalismo de la clase obrera, que con su política antipopular han fracasado ante los ojos de los pueblos, refuerzan puntos de vista de que “todos son iguales”, de que su política fortalece las fuerzas conservadoras y da lugar al regreso de gobiernos de derecha.

El ejemplo de los “gobiernos de izquierda” en Europa y en países de América Latina confirman esta evaluación.

Los partidos comunistas que participan o apoyan gobiernos de gestión burguesa ofrecen una coartada a la socialdemocracia. Su postura se utiliza en muchos aspectos para atrapar a la clase obrera en el marco de la gestión capitalista, para reducir las demandas de los pueblos y retrasar la lucha anticapitalista.

Los partidos comunistas que apoyaron o siguen apoyando SYRIZA tienen graves responsabilidades. Su postura es utilizada en el ataque contra nuestro pueblo, y se dirige contra la lucha del KKE y del movimiento de clase.

El KKE ha sido siempre fiel al principio del internacionalismo proletario de manera muy responsable. Apoya las luchas de la clase obrera contra el capital y el capitalismo. Expresa su solidaridad internacionalista con los pueblos de América Latina, de Asia, de África, con los pueblos en todo el mundo.

Hoy se pueden extraer conclusiones significativas respecto la postura de principios del KKE dejando al descubierto el papel de la nueva socialdemocracia, destacando lo peligrosa y corrosiva que es la participación de un partido comunista en un gobierno de gestión burguesa.

El KKE está en la primera línea de una lucha dura y cada día busca fortalecer sus lazos con la clase obrera, los campesinos pobres, los trabajadores autónomos de la ciudad, las mujeres y los jóvenes de familias populares.

Las organizaciones del Partido, las organizaciones de la Juventud Comunista (KNE) llevan a cabo una actividad ideológica y política constante, libran batallas en las fábricas, en los centros de trabajo y en los barrios populares para organizar la lucha obrera y popular. Se centran sobre todo en la construcción de organizaciones partidistas en las fábricas, en sectores estratégicos de la economía. Confrontan sus debilidades y deficiencias.

Las fuerzas del partido, los amigos del partido, la KNE y sus amigos han organizado a los largo de este año cientos de eventos de masas para el 100 aniversario del KKE en 2018, llevaron a cabo eventos muy importantes para el 70 aniversario de la fundación del “Ejército Democrático de Grecia” (DSE) y para su lucha heroica durante el enfrentamiento contra la burguesía, contra el imperialismo británico y estadounidense en la guerra civil, en la majestuosa lucha armada de 1946-1949.

Las y los comunistas apoyan las luchas del Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME), del movimiento de orientación de clase en que participan decenas de Federaciones, Centrales Regionales de Trabajo, cientos de sindicatos y comités de lucha, miles de sindicalistas.

Es de particular importancia la iniciativa de las fuerzas de clase a través de la cual cientos de organizaciones sindicales están organizando su lucha para la abolición de las medidas antiobreras, para los convenios colectivos de trabajo satisfactorios, para la recuperación de las pérdidas que sufrieron los trabajadores durante la crisis.

Las y los comunistas desempeñan un papel dirigente en la lucha del campesinado pobre y mediano, de los trabajadores autónomos de la ciudad, de los jóvenes y de las mujeres.

Una cuestión básica es que la lucha ideológica, política y de masas apunte contra el verdadero enemigo, es decir la burguesía y su estado y no limitarse a los partidos y gobiernos burgueses, que contribuya al desarrollo de la conciencia de clase.

A través de la lucha cotidiana, las huelgas, las protestas, las ocupaciones, las decenas de movilizaciones multiformes, el movimiento de clase da pasos respecto la organización de la clase obrera. Contribuye al crecimiento del nivel de exigencias de los trabajadores para que se fortalezca el frente contra el capital y la política antipopular del gobierno y de las demás fuerzas burguesas, y para que se refuerce el enfrentamiento contra el sindicalismo patronal y gubernamental y la idea peligrosa del consenso y colaboración clasista entre explotadores y explotados.

Las y los comunistas luchan para el reagrupamiento del movimiento obrero, para fortalecer la línea de la lucha de clases, para que los sindicatos sean masivos con fuertes bases en los centros de trabajo, para que se fortalezca la línea de lucha con dirección y demandas ligadas con las necesidades populares y obreras contemporáneas, para que cambie la correlación de fuerzas.

Un movimiento obrero fuerte será el corazón de una gran alianza popular social de la clase obrera, del campesinado pobre y mediano, de los trabajadores autónomos urbanos. Una alianza que reunirá y movilizará fuerzas organizadas, intervendrá de manera decisiva en la lucha cotidiana en dirección antimonopolista-anticapitalista, con miras al derrocamiento de la barbarie capitalista y a la conquista del poder obrero.

El pueblo griego se librará de las cadenas de la explotación capitalista y de las uniones imperialistas de una vez por todas, solamente cuando la clase obrera con sus aliados lleve a cabo la revolución socialista y avance a la construcción del socialismo-comunismo.

El cambio revolucionario en Grecia será socialista. Esto es objetivamente necesario. Actualmente, la correlación de fuerzas negativa y el atraso del factor subjetivo, no cambian el carácter de la revolución.

Las fuerzas motrices de la revolución socialista serán la clase obrera, como fuerza dirigente, los semiproletarios, las capas populares oprimidas de los trabajadores autónomos en la ciudad y los campesinos pobres.

El KKE en condiciones no revolucionarias dedica sus fuerzas para la preparación del factor subjetivo con el fin de responder a sus tareas históricas cuando se crea la situación revolucionaria – los “de abajo” no quieren y los “de arriba” no pueden seguir viviendo a la antigua etc.

Las nociones (en el movimiento comunista internacional) que subestiman la lucha antimonopolista-anticapitalista y la necesidad de la plena preparación para el derrocamiento del poder del capital, no toman en cuenta la posibilidad de agudización de los acontecimientos y de manifestación de una situación revolucionaria, que como fenómeno objetivo se puede crear en las condiciones de crisis capitalista y de guerra imperialista.

Hay que extraer enseñanzas de la experiencia histórica que resalta que los partidos comunistas no se vieron preparados en las condiciones de escalada de la lucha de clases y no pudieron cumplir con sus tareas históricas.

 

Estimados camaradas:

Es bien sabido que el movimiento comunista está sufriendo una crisis ideológica, política y organizativa, y que es profundamente afectado por la contrarrevolución y por la fuerte influencia del oportunismo en sus filas.

Después de la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y en los estados de la construcción socialista en Europa Oriental y Central, el predominio de las relaciones capitalistas de producción en China, el fortalecimiento de las relaciones capitalistas en Vietnam y en Cuba, las condiciones en la República Popular Democrática de Corea, la situación en el movimiento comunista internacional se ha deteriorado.

 

 

 

 

En estas condiciones, la lucha por el reagrupamiento del movimiento comunista internacional es una tarea de importancia decisiva y el KKE considera necesario abrir una discusión esencial sobre los graves problemas respecto la estrategia y la táctica, considerando que cualquier demora agrava la situación y entraña graves peligros.

En primer lugar, las y los comunistas deben centrar su atención a la cuestión del imperialismo ya que es un tema de discusión más general.

Según la tesis leninista el Imperialismo es la fase superior del capitalismo en que se han predominado los monopolios y el capital financiero, y la exportación de capitales es de especial importancia. En este marco se lleva a cabo una lucha entre los diversos monopolios y estados capitalistas para el reparto de los mercados.

La tesis que limita el Imperialismo a la política exterior agresiva de EE.UU. y a la de otros estados capitalistas fuertes, no toma en consideración la base económica del sistema en nuestros días, los monopolios, las grandes empresas accionistas que se han desarrollado en todos los países.

Consideramos que esta tesis no tiene una visión global del sistema imperialista (capitalista), tal como está, con los estados capitalistas como eslabones que se difieren entre sí y a causa de su desigualdad tienen posiciones diferentes en el sistema según su fuerza económica, militar y política.

En segundo lugar, hemos tratado la cuestión del carácter de nuestra época y del carácter de la revolución. Esta cuestión es de suma importancia.

Estamos en el siglo 21; el poder burgués derrocó el feudalismo hace muchos siglos. El capitalismo se ha desarrollado y la fase imperialista ha llevado a la gran socialización de la producción y del trabajo cuyos frutos disfruta la burguesía.

Las grandes empresas monopolistas tienen bases y redes en todo el globo; se han desarrollado las ciencias, la tecnología, la infraestructura multiforme, los medios de transporte etc.

Sin duda, se han madurado las condiciones materiales que determinan el carácter de nuestra época como la época de transición del capitalismo al socialismo que hoy es más necesario y vigente que nunca para la clase obrera, las capas populares, para el futuro de los jóvenes.

La Gran Revolución Socialista de Octubre, que tendrá su 100 aniversario en 2017, muestra el camino. Esta Revolución Socialista a principios del siglo 20 en un país agrícola atrasado donde el desarrollo del capitalismo creó las condiciones materiales para la construcción de la nueva sociedad socialista, dio un impulso al desarrollo de las fuerzas productivas.

La contrarrevolución y el cambio negativo en la correlación de fuerzas no invalidan el hecho de que el socialismo fue construido, ni tampoco anulan el carácter de nuestra época que fue inaugurada por la Revolución de Octubre como época de transición del capitalismo al socialismo. Las condiciones que ponen de relieve el agotamiento de los límites históricos del capitalismo (crisis, guerras, desempleo, pobreza etc.) se han intensificado y el carácter socialista de la revolución expresa la necesidad urgente de resolver la contradicción básica del sistema entre el capital y el trabajo asalariado.

El capitalismo ha dado luz a su propio enterrador; la clase obrera es la clase dirigente de la sociedad y el carácter de la revolución como socialista plantea la cuestión de que esta clase debe reclamar y conquistar el poder.

En muchas ocasiones se hace referencia a la tesis de Lenin sobre “la dictadura democrática revolucionaria del proletariado y de los campesinos” para corroborar la posición anticuada de las etapas intermedias, pero hay que dejar claro que esta tesis corresponde a las condiciones de la Rusia zarista, durante la revolución de 1905, mientras que después del derrocamiento de la autocracia el partido bolchevique siguió adelante y trabajó en los soviets con el fin de conquistar mediante la revolución el poder obrero, la dictadura del proletariado (Tesis de abril, 1917).

Consiguientemente, la celebración del 100 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre debe dar un impulso al estudio de la estrategia de los partidos comunistas para que se adapte a las necesidades de nuestra época, a la dirección leninista que expresó la fuerza de la Revolución bolchevique y destacó que “la abolición del capitalismo y de sus vestigios y el establecimiento de las bases del orden de clase comunista constituyen el contenido de la nueva época de la historia universal que comienza ahora”.

En tercer lugar, los estados capitalistas participan en alianzas imperialistas para servir de manera eficaz los intereses de las clases burguesas en el antagonismo capitalista internacional, para fortalecer el poder del capital y confrontar al movimiento obrero de manera coordinada.

Estas alianzas interestatales no pueden negar la organización en base estado-nación o las contradicciones interimperialistas que se manifiestan incluso dentro de la propia alianza, ya que cada estado imperialista funciona en base a los intereses de sus propios monopolios.

El KKE tiene mucha experiencia en la lucha contra la OTAN, el brazo armado del imperialismo contra los pueblos.

Nuestro partido lleva años luchando contra la Unión Europea, la alianza interestatal imperialista que expresa los intereses de los grupos monopolistas europeos, contra la clase obrera, contra el campesinado pobre y las demás capas populares de Europa, lo cual expone a las fuerzas de la socialdemocracia y del oportunismo que embellecen el carácter imperialista de la Unión Europea, tal como hace el Partido de la Izquierda Europea (PIE).

El KKE, con motivo del referéndum en Bretaña y el Brexit, presentó sus posiciones que destacan las contradicciones internas de la Unión Europea, la desigualdad de sus economías y la lucha entre los centros imperialistas que se ha agudizado en condiciones de recesión económica.

Las posiciones que proponen como solución el cambio de moneda o la salida de la UE en el marco del capitalismo, objetivamente no pueden servir los intereses obreros y populares. Al contrario, llevan a la perpetuación del régimen de explotación del hombre por el hombre; el poder sigue en manos de la burguesía, los medios de producción siguen siendo propiedad capitalista.

Nuestro partido considera que la necesidad de condenar la UE y la OTAN, la lucha por el desencadenamiento del país de los organismos imperialistas para que sea eficaz debe ser ligada con el derrocamiento necesario del poder del capital, debe ser ligada con el poder obrero y popular. La alianza social de la clase obrera y de las demás capas populares, el reagrupamiento y el fortalecimiento del movimiento comunista internacional es una condición para que abra el camino de esperanza.

Las alianzas interestatales no se limitan a la OTAN y la UE en las condiciones actuales.

Junto a estas hay otras como p.ej. el grupo BRICS, la Organización de Cooperación de Shangai, la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva, uniones interestatales en América Latina etc. Las diferencias que existen derivan de la posición que ocupan los estados capitalistas en el sistema imperialista y de los objetivos de las clases burguesas. Sin embargo, existe una base común y esta está determinada por el hecho de que en estas alianzas interestatales participan estados capitalistas que representan los intereses de los monopolios.

Esta es la base de contradicciones en la UE o entre EE.UU. y la UE, como se demuestra por una serie de acontecimientos, como es la gestión de la crisis capitalista y de la deuda, las negociaciones sobre la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión que se dirige contra los pueblos etc. o incluso las contradicciones que se manifiestan en la región de Asia y del Pacífico.

Nuestro partido sigue con mucha atención los acontecimientos en el Mar del Sur de China, una región que es un paso importante en las rutas marítimas internacionales, rica en pescados y recursos energéticos. Grandes intereses monopolistas, tanto de dicha región y de más lejos (como muestra la implicación continua de EE.UU. y su “interés”) han enfocado su interés en la explotación de estos grandes recursos. Nuestro partido considera que las cuestiones de diferencias territoriales entre los estados (p.ej. respecto el establecimiento de las Zonas Económicas Exclusivas etc.), con la intervención incluso de los movimientos populares, se deberían resolver de manera pacífica, en base al derecho internacional del mar, mediante negociaciones y decisiones multilaterales, cuando varios países están involucrados en este asunto.

En los últimos años se habla del llamado “mundo multipolar” como un desarrollo favorable al pueblo pero este tema debe ser examinado con más cuidado porque en esencia se compone de “polos” capitalistas que se forman para promover los intereses de los grandes grupos monopolistas y expresan las contradicciones interimperialistas.

La tarea de los partidos comunistas es estar en la primera línea y abrir el camino para que los pueblos no se pongan bajo las banderas de ninguna burguesía, de ninguna alianza imperialista, sino que desarrollen su lucha en base a sus propios intereses y necesidades.

En cuarto lugar, los últimos años han estado marcados por las intervenciones y las guerras de la OTAN, de EE.UU. y de la UE en Yugoslavia, en Afganistán, en Irak, en Libia, en Siria, en Ucrania, en países africanos.

Un rasgo característico de las intervenciones y las guerras imperialistas es  el uso de una serie de pretextos entre los que destacan la lucha contra el terrorismo, la confrontación de la organización terrorista del Estado Islámico y de organizaciones similares que son creaciones imperialistas y han sido apoyadas por los EE.UU., fuertes estados de la UE, Turquía, Qatar y Arabia Saudita para promover sus intereses en el Oriente Medio, en África del Norte y en la región más amplia.

Nuestra tarea es destacar las verdaderas causas de las guerras que se encuentran en las contradicciones y los antagonismos interimperialistas en todo el planeta entre EE.UU., la OTAN, la UE, Rusia, China, otros estados capitalistas, sobre los recursos energéticos y las rutas de transporte, las regiones de importancia estratégica, las rutas marítimas y el control de los mercados.

El Oriente Medio, África del Norte, la zona de Sahel, Caspia, el golfo Pérsico, los Balcanes, el Mar Negro, el mar del Sur de China y el Ártico son campos de contradicciones imperialistas de particular importancia.

La OTAN transfiere fuerzas militares e instala bases militares en países de Europa Este y Central. Rumania y Polonia son los centros para la instalación del sistema de misiles de EE.UU. que apunta contra Rusia, mientras que en el Pacífico se ha transferido más que el 60% de las fuerzas navales de EE.UU.

Se aumenta el peligro de conflictos regionales generalizados e incluso nos preocupa la posibilidad de una guerra imperialista generalizada.

El movimiento comunista tiene tareas importantes y tiene que ampliar la discusión sobre la postura de los comunistas respecto las guerras imperialistas, determinar los criterios y el papel significativo de las guerras revolucionarias justas.

El KKE por su parte ha contribuido a la organización de la lucha contra las intervenciones y las guerras imperialistas, contra la implicación de los gobiernos griegos, para el regreso de las fuerzas militares griegas de las misiones imperialistas, para el cierre de las bases euro-atlánticas.

Nuestro partido considera que la lucha por la defensa de las fronteras, de los derechos soberanos de Grecia, desde el punto de vista de la clase obrera y de las capas populares, está indisolublemente ligada a la lucha por el derrocamiento del poder del capital. Cualquier forma que sea la forma de participación de Grecia en una guerra imperialista, el KKE debe estar preparado a dirigir la organización independiente de la resistencia obrera y popular y conectarla con la lucha para la derrota de la burguesía nacional y extranjera como invasor.

En quinto lugar, el KKE en el marco del largo estudio sobre el análisis de las causas y de los factores que llevaron al derrocamiento del socialismo evaluó que la contrarrevolución en la URSS se produjo “de su interior y de arriba”, como resultado de la mutación oportunista del movimiento comunista y de la dirección política respectiva del poder soviético, en un ambiente de intervenciones múltiples por el imperialismo lo que llevó al crecimiento del oportunismo y su desarrollo en fuerza contrarrevolucionaria.

El derrocamiento del socialismo estaba conectado con la utilización de herramientas capitalistas para la confrontación de problemas en la construcción del socialismo.

La construcción del socialismo inicia con la conquista revolucionaria del poder por la clase obrera y el modo de producción comunista se crea a través de la socialización de los medios de producción concentrados, la Planificación Central, la formación de instituciones de control obrero.

La lucha de la clase obrera continúa en condiciones diferentes y con formas diferentes tanto en el período en que se sientan las bases de la nueva sociedad así como durante el desarrollo del socialismo en una lucha constante para la abolición de todas las formas de propiedad privada y grupal, para la ampliación de la propiedad social y el fortalecimiento de la planificación central, de las relaciones de producción comunistas.

Estamos firmemente convencidos de que las posiciones sobre diversos “modelos socialistas” en el nombre de las particularidades nacionales no se basan en los principios del socialismo científico y en las leyes de la construcción socialista.

Desafortunadamente esto no tiene que ver solamente con el marco pequeñoburgués-socialdemócrata del llamado socialismo del siglo 21 que fomenta ilusiones de que el capitalismo se puede humanizar, y perpetúa el poder burgués y la explotación capitalista, como lo demuestran los acontecimientos, por ejemplo en América Latina.

El problema es más profundo.

Se busca reemplazar la necesidad de la revolución socialista por la vía parlamentaria burguesa a través de la gestión de los “gobiernos de izquierda”. La socialización de los medios de producción se sustituye por un sistema económico mixto con empresas capitalistas, mientras que la planificación central se sustituye por la intervención estatal para la regulación del mercado capitalista.

Estas posiciones no tienen que ver con los restos del antiguo sistema (capitalista) en la nueva economía socialista, ni tampoco con la pequeña producción de mercancía que puede continuar existiendo para un cierto período (y constituye una fuerza de mantenimiento o de reaparición del capitalismo). Están relacionadas con una línea política específica que se aleja de las leyes del socialismo, teniendo como punta de lanza la posición peligrosa de que se puede construir el socialismo con la presencia de empresas capitalistas y del capital que es una relación social de explotación.

 

 

 

 

Estimados camaradas:

La Gran Revolución Socialista de Octubre es un hito histórico, una magnífica creación de la clase obrera, de la lucha de clases.

El Socialismo que se construyó en el siglo 20 a pesar de las debilidades, los errores, la influencia y las desviaciones oportunistas, se caracteriza por el logro histórico de la abolición de la explotación del hombre por el hombre, gracias al poder obrero, la socialización de los medios de producción, la planificación central y el control obrero, la participación de millones de trabajadores en la construcción de la nueva sociedad.

Las principales ventajas del socialismo son la abolición del desempleo y la salvaguarda planificada de trabajo para todos, los servicios de atención sanitaria y educación de alto nivel y gratuitos, el desarrollo de la cultura popular y de los deportes, la igualdad de las mujeres, la convivencia de diferentes nacionalidades, el apoyo a la lucha de los pueblos contra la agresividad y las guerras imperialistas, la abolición del colonialismo y mucho más.

El poder obrero en la Unión Soviética y los sacrificios del pueblo soviético ponen su sello en la victoria contra el eje fascista en la Segunda Guerra Mundial.

El aporte histórico del socialismo en el progreso social así como las verdaderas causas que llevaron a su derrocamiento deben motivar los partidos comunistas, las y los comunistas en todo el mundo con el fin de elevar el nivel de exigencia y responder de manera decisiva contra las fuerzas reaccionarias anticomunistas y el oportunismo que aplaudieron y apoyaron la contrarrevolución, tal como hicieron las fuerzas que a continuación fundaron el Partido de la Izquierda Europea (PIE) y otras redes similares.

Los comunistas creen en la fuerza de la clase obrera, en la lucha de clases que es la fuerza motriz del progreso social. El carácter internacional de la lucha de clases requiere que hagamos los mayores esfuerzos posibles para formar las bases para conquistar la unidad programática e ideológica y una estrategia revolucionaria unificada en conflicto con el capital, con el sistema de explotación, con el oportunismo.

Las dificultades de nuestra lucha son grandes; la presión burguesa y oportunista es fuerte pero los comunistas deben mostrar gran resistencia y determinación en la defensa de la cosmovisión marxista-leninista, jugar un papel destacado cada día en las luchas obreras y populares, en la lucha antimonopolista-anticapitalista, tratar de conquistar bajo todas las condiciones la conexión de la lucha diaria con la lucha por el poder obrero revolucionario.

El KKE con un sentido de responsabilidad internacionalista desempeñó un papel principal para el inicio de los Encuentros Internacionales de Partidos Comunistas y Obreros (EIPCO), ha contribuido a mantener su carácter como espacio donde se encuentran partidos comunistas, en contra de posiciones que apuntan a la participación de formaciones socialdemócratas que se autoproclaman como “antiimperialistas”, de “izquierda”, “progresistas”.

Nuestro partido ha dejado claro desde hace tiempo que lo significativo hoy es el intercambio esencial de puntos de vista en los EIPCO, la discusión y el debate ideológico y político sobre cuestiones cruciales respecto la estrategia y la táctica, así como l actividad común que podemos desarrollar para los intereses y los derechos de la clase obrera.

El KKE dedicará todas sus fuerzas en esta dirección y al mismo tiempo continuará junto con decenas de partidos comunistas los esfuerzos para la coordinación de su actividad con varias formas en Europa, en los Balcanes, en la región amplia, y apoyará aún más el paso importante que supone la formación de la “Iniciativa Comunista Europea” en la que participa un número significativo de partidos comunistas y obreros de Europa y la publicación de la “Revista Comunista Internacional” (RCI) que estudia cuestiones teóricas actuales.